sábado, 19 de noviembre de 2016

'Matchuches’ del cuento a la realidad

Buenos días, bienvenido a Matchuches, donde podrás encontrar todo tipo de chuches y pasártelo en grande.
Todos los días la misma cantinela, menuda manera de comenzar el día -pensaba yo- diiia tras diiia tras día. ¿Que quién soy? Cierto, debería presentarme: me llamo Gonza y soy un osito de gominola, de esos que salen bailando tontamente en los anuncios de Haribo. Llevo viviendo en esta tienda ya como tres semanas, más de la mitad de lo que llevo de vida, pero esto me lo conozco como la palma de mi mano. Quizá no es lo más normal que un oso de gominola hable o escriba, pero todos podemos hacerlo, aunque nuestra naturaleza perezosa y noctámbula son un gran impedimento para ello.
Nuestra tarea es mantener este negocio en pie, aunque todos estamos a la venta y a disposición de quien se encapriche de nosotros. Mientras esperamos el día en que seamos escogidos y salgamos de aquí, pues intentamos pasarlo en grande. Cada noche cuando el reloj de la pared marca exactamente las 22:00, las puertas se cierran y es cuando viene nuestro momento de diversión.
Lo primero que hacemos es contar las bajas del día (para contarlas, tenemos una cuerda muy larga con un nudo por ciudadano -o también llamado gominola- de la tienda y cada vez que fallecía uno deshacíamos un nudo). Cada día perdemos a muchos compañeros que esperamos hayan pasado a mejor vida. Después de hacer el recuento y guardar un minuto de silencio-ya sabes, por respeto- empieza la fiesta (para los que todavía seguimos juntos). Salimos de nuestros cubiles, ayudamos a otros a salir, bailamos, hablamos, comemos, lo revolucionamos todo un poco y luego ya toca recoger para que todo esté perfecto para la próxima apertura. La verdad es que es una rutina encantadoramente odiosa que se deja querer, aunque sea aburrida cuanto menos. ¿Qué por qué te estoy contando todo esto? Estarás preguntando. Pues porque no siempre fue todo igual…
Una noche, como todas, al despertarnos y salir de nuestras cajas hicimos una inspección para comprobar que todo estaba en orden antes de hacer el recuento de “los perdidos”. Al hacer la inspección todo estaba igual hasta que mi querida amiga Emma tuvo el gran fallo de su vida. En la tienda tenemos al “pesador”, los humanos lo llaman báscula, pero “pesador” es más conocido por aquí. Al caer Emma encima, la báscula comenzó a hacer ruidos y aparecieron signos raros en la pantalla. Ahí es donde comienza nuestra aventura.
Emma y yo somos buenos amigos, solemos hablar de todo, excepto del encuentro con “el pesador”, ese asunto lo dejamos completamente de lado. Los signos que vimos en aquella báscula eran nuevos para nosotros puesto que la báscula siempre miraba a la pared y no podíamos ver lo que en esa pantalla aparecía. Yo no estaba tranquilo, necesitaba saber qué eran esos signos y qué querían decir y así fue como comencé mi labor de investigación.
Me despertaba durante el día y paseaba por la tienda pasando desapercibido. Esos signos eran llamados “números” por los humanos y los tenían tanto en tickets como en móviles, y como en “el pesador”. Descubrí el orden de los números y su gran utilidad.
Hasta ahora para contar las “pérdidas” de compañeros usábamos los nudos, pero si el sistema de números era fiable de verdad, quizá podría revolucionar la tienda con este nuevo método tan sencillo. Comencé a contarlo todo, en la tienda éramos: 189 ositos, 300 sandias, 98 coca colas, 867 chicles de distintas clases y 275 regalices (solo conté el grupo de amigos más cercanos). Entonces me preguntaba ¿Y si realizo una tabla con todos estos datos y me hago contable y alcalde de la tienda?
Hice la tabla, pero antes de enseñártela, ¿Podrías hacer tu una también? La mía quedó así:
Chuches
Ni
Ositos
189
Sandias
300
Coca-colas
98
Chicles
867
Regalices
275
Comencé a entender la gran utilidad de los números, y era cuando estaba inmerso en todo el mundo de los números cuando recordé que todo comenzó por “el pesador”. ¿Qué era ese número que salía en la pantalla cada vez que alguno de mis compañeros se ponía sobre ella?
-¡El peso! ¡Es el peso!- se lo escuché decir al dependiente así que decidí comenzar mi segundo estudio.
El motivo de este estudio comenzó cuando escuche en la reunión del consejo de sabios chicles que se quejaban de su cubil, decían que comenzaba a caerse debido al peso de todos los chicles que convivían juntos. Así que me dispuse a pesar a los chicles para poder dar un resultado concluyente al consejo de sabios.
Los pesé por separado descubriendo los siguientes datos con los que necesitaré que hagas una tabla:
Había 7 chicles “bubbaloo” que pesaban 0,030 gramos cada uno, 1 chicle “Orbit” que pesaba 0,025 gramos y en el cubil había 15, cada chicle “Trident” pesaba 0,045 gramos y había un total de 12. Por último, los gran “Maxiroll boomer” batían el récord de los pesos pesados con un total 0,15 gramos cada uno y habiendo un total de 4.
Cuando ya tenga la tabla preparada se la presentaré al consejo de sabios así que ¡No tardes mucho que espero tus resultados! Si lo has hecho correctamente te tendrá que quedar algo así:
Nombre del chicle
Xi
ni
Orbit
0,025
15
Bubbaloo
0,030
7
Trident
0,045
12
Maxiroll boomer
0,15
4
Por fin la acabé, así que aquí estoy, andando decidido hacia el consejo de sabios para presentarles mis últimos estudios. Les enseñaré desde el descubrimiento de los números hasta la última tabla que he realizado con el estudio de los chicles. ¿Nervioso? Un poco, si les gusta mi idea llegaré a ser el economista y alcalde de este recinto ¿Y si no les gusta mi idea? Probablemente sólo me quedará el destierro como única opción.
Tras una reunión nocturna con el consejo que duró cerca de tres horas parece ser que les gustó la idea, pero por si esto no fuera poco… ¡Me han pedido más datos!
Están decididos a tomar una decisión con el problema de exceso de peso en el cubil y para saber a quién reubicar me han pedido que averigüe (si fuera posible) los siguientes datos:
-Quieren la “media” de peso de la caja. Este dato lo piden para saber cuánto es lo que debe pesar un chicle medio del cubil para después averiguar cuáles están por encima y cuáles por debajo de la media.
-También me piden que averigüe qué chicle es el más repetido, es decir, de cuál hay más.
-Por último, se han animado y me han puesto un caso hipotético que es el siguiente: Si todos los chicles se colocaran en fila de menos peso a más peso, ¿qué chicle estaría en el medio?
Sé lo que piensas: me piden datos raros, pero cierto es que, si son el consejo de sabios, por algo será, ¿no? ¿Os animáis a ayudarme?
Para el primer dato que me han pedido me he informado y he entendido que se debe conseguir primero multiplicando cada variable por su frecuencia. Una vez conseguido esto, deberíamos sumar todos los resultados y dividirlo entre 38, que es el número de chicles que hay. Esto debería darme 0,0453 gramos ¿te da a ti el mismo resultado? A este número lo llamaremos media.
El siguiente dato que me han pedido se llamará moda (porque es el más repetido) y sólo tendremos que consultar en la columna denominada “n” y buscar el número más alto. En este caso el número más alto es 15 por lo cual la moda son los “Orbits”.
Para averiguar el tercer dato deberé hacer una columna más en mi tabla que se llama frecuencia acumulada, es fácil de averiguar. La frecuencia acumulada es la suma de las frecuencias relativas llamadas “ni “:

Nombre del chicle
Xi
ni
Frecuencia acumulada
Orbit
0,025
15
15
Bubbaloo
0,030
7
22
Trident
0,045
12
34
Maxiroll boomer
0,15
4
38
Para averiguar el dato preguntado vamos a dividir 38 entre dos para saber qué valor estaría en el medio:
38/2=19
El número en el medio estaría en la posición 19. La posición 19 dejaría 18 números a la derecha y 19 a la izquierda por lo cual cogeremos el número siguiente a 19 (20) y haremos la media:
19+20= 39
39/2= 19,5
En esta posición encontraríamos el chicle Bubbaloo, que será lo que vamos a llamar mediana.
-Perdón por tan larga explicación, pero así podemos comparar nuestros resultados.
Con estos datos me volví a presentar ante el consejo y parecieron satisfechos. La resolución final fue poner a los Maxiroll Boomer y a los Orbit en otra caja puesto que son los que más pesan y los que menos respectivamente.

- “Parece que esto de las matemáticas va a servir para algo”-pensé mientras una gran mano cubierta con un guante se dirigía hacia mí con cara golosa.

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